
Jane sufrió diez abortos antes de que naciera Emma. Los médicos le diagnosticaron un bloqueo en las trompas de Falopio, pero su médico les animó a recurrir a la inseminación artificial. Así nació Emma. Tras este primer bebé, Jane se volvió a quedar embarazada de manera natural en tres ocasiones, pero en los tres casos se trató de un embarazo extrauterino en los que perdió a los bebés.
Aún así, la pareja siguió intentándolo y tras un segundo tratamiento de inseminación nació, con doce semanas de antelación, una niña a la que llamaron Siobhan, pero falleció a los seis meses.
Su perseverancia les hizo volver a implantarse dos embriones y uno de ellos consiguió que viniera al mundo Niamh, la hermana “gemela” de Emma. Fueron concebidas a la vez, pero han nacido con 16 años de diferencia. Y es que las innovaciones de la ciencia es lo que tienen, van siempre un paso por delante en el tiempo.

2 comentarios:
!Hay que ver lo que avanza la ciencia!.
Con el tiempo será usual.
Actualmente se guardan óvulos y células madre para afrontar posibles enfermedades
Que miedo dan estas cosas y a la vez que interesante...bueno ya sabes lo que me apasiona la genética, ojala un día no sólo descongelen empriones sino que se pueda hacer con los humanos. A ver si envestigan más lo de la criogenización y rápido que como mucho me kedarán 70 años y los últimos no cuentan q son muy pochos. Por cierto me encanta la cabecera de tu blog jeje
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