domingo, 16 de marzo de 2008

CONVERTIDA EN SÍMBOLO DE ESPERANZA POR NACER EN UN ÁRBOL

A finales de febrero del año 2000 Mozambique sufrió una de las peores tragedias meteorológicas de la historia: unas terribles inundaciones causaron la muerte a 700 personas y dejaron a medio millón sin un hogar donde vivir.

Pero algunos, como Sofía, lograron salvar su vida. Esta mujer de 26 años, a pesar de estar en la recta final de su embarazo, se subió a la copa de un árbol para que el agua no la alcanzara ni a ella ni a su futuro bebé. Aunque escaló a lo alto del árbol estando aún embarazada, a los tres días de encontrarse allí dio a luz a una niña, Rosita, en homenaje a su bisabuela fallecida en las inundaciones. Pero, gracias a su fuerza de voluntad y su perseverancia, aguantaron hasta que un helicóptero militar las trasladó al hospital más cercano cuando aún Sofía no había cortado el cordón umbilical que la unía a su hija.

El nacimiento de Rosita en esas circunstancias provocó que la pequeña se convirtiera en un símbolo de esperanza para un país que cada año reza para que, al menos, no se vuelvan a repetir esas condiciones meteorológicas tan devastadoras que azotaron sus tierras africanas allá por el año 2000.

6 comentarios:

angieporelmundo dijo...

que pena

estoy de sorteo!

http://losviajesysibaritismosdeauroraboreal.blogspot.com.es/2012/11/sorteo-nuvola-espana.html

Unknown dijo...

Oh! Qué tierna y bonita historia. Allá donde hay una catástrofe de estas índoles siempre hay gente que consigue superarlo y salir adelante. Has visto "lo imposible"? Uf. Lloré un montón con esa película!!

melyssa dijo...

Que historia.... intento seguirte pero no encuentro el gaget para hacerlo!! besitos

Truquitosparalaschicas

Unknown dijo...

Hola blogger! :)
Sali a conocer blogs y me tope con el tuyo
historias del corazon, no encuentro el gadget para seguirte
te parece si nos seguimos?
http://yoamocomprarmeropa.blogspot.com.ar/

Carolina G. Ticala dijo...

Bonita historia! Aver si te parece que nos sigamos por Gfc? Saludos

Noa dijo...

GUAU. Éstas historias verídicas me ponen la piel de gallina... .

¡Un beso!
Noa